sábado, 23 de octubre de 2010

Leyenda: "El roto que engañó al diablo"


Queridas alumnas, recordamos a ustedes que: Luego de leer esta leyenda, deberán ingresar a la entrada "¿Cuánto he comprendido?" en donde deberán desarrollar la actividad.
Para responder las preguntas deberán pinchar el nombre de la entrada y posteriormente publicar su comentario.  No olviden respetar redacción, ortografía y como siempre... Creatividad!
Con cariño Tía Naty y Tía Gaby.

El roto que engañó al Diablo
Cierta vez, en un bosque del sur de Chile, un roto chileno (lugareño), necesitaba con urgencia dinero. Al no encontrar trabajo en ningún lugar se le ocurrió la brillante idea de hacer un pacto con el diablo. Se dirigió al lugar más espeso del bosque e invocó al mismísimo diablo. Tras esperar una hora aproximadamente, éste se dejó ver en el lugar, y su inconfundible olor a azufre se dejó sentir.
-¿Quién es el que me ha invocado?- el roto al verlo se asustó un poco y dijo:
-Yo fui don diablo.
-¿Y qué quieres?- respondió éste.
- Quiero hacer un pacto contigo y venderte mi alma a cambio de dinero, mucho dinero.
- Me parece interesante la oferta... ¿cuándo quieres que te lleve?
- Mañana mismo- dijo el roto chileno.
- Las personas que me venden su alma piden años antes de que los venga a buscar y tú me pides que te lleve mañana mismo. Bueno -dijo el diablo- entonces cuánto dinero quieres...
- Hmm, no sé, unos 30 millones de pesos.
- Está bien, te los concederé.
El roto, antes de cerrar el trato, le dijo al diablo que tenía que firmarle un papel donde dijera lo pactado, lo que el diablo aceptó sin problemas. El mismo roto fue el que escribió el papel, el cual decía:
\"Bartolo Lara, no te llevaré hoy, pero sí te llevo mañana\".
Quedaron de acuerdo y los dos se fueron.
El Roto Chileno la paso súper bien: mujeres, tragos, etc. y cuando al día siguiente el diablo se presenta ante él y le dice que lo viene a buscar para llevárselo, el roto le pregunta indignado, que por qué se lo quería llevar si habían hecho un trato “y tú, diablo, no lo estás cumpliendo”.
- Mira, lee nuevamente el papel que firmaste ayer y dime si no estoy mintiendo.
El diablo indignado leyó el papel que decía: “Bartolo Lara, no te llevaré hoy, pero sí te llevo mañana”. “Ah, perdón, la cosa es mañana”, antes de irse el diablo, el roto le volvió a pedir 30 millones más por la molestia pasada, y así lo engañó por más de un año y el diablo aburrido y sin poder llevárselo al infierno gritó un día: "¡Me engañaste, Roto Chileno, hasta nunca!".

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